Un estudio de la asociación Charter 100 Gran Canaria revela que el paro y la precariedad en el Archipiélago tienen rostro de mujer cabeza de familia monoparental que ha pasado por un divorcio y lleva más de 14 meses en paro.
El estudio, realizado a más de un millar de mujeres de las Islas con financiación del Gobierno de Canarias, apunta que el nivel de desempleo de las familias monoparentales de Canarias está 13 puntos por encima de la media de su sector en el ranking de parados de España.
La economista María Isabel Dieppa, del Observatorio Económico y Social ibelma.com, ha realizado esta exhaustiva investigación a más de un millar de familias monoparentales del Archipiélago, 873 mujeres y 203 hombres, con 540 entrevistas en la provincia de Las Palmas y 536 a familias de Santa Cruz de Tenerife.
EL 30% son parados de larga duración, es decir, llevan más de un año en esta situación. Las mujeres son las que se encuentran en una situación más compleja, estando en desempleo una media de 16 meses, alejada de los 6 meses que arrojan los hombres. El 34% de ellas son paradas de larga duración, mientras que tan solo el 3,6% de los hombres lo son.
Por provincias, la media de tiempo se posiciona en los 15,2 meses en Santa Cruz de Tenerife, que cuenta con un 32,2% de parados de larga duración, mientras que Las Palmas registra una media de 13,9 meses, abarcando un 26,7% los de larga duración.
Esta situación de las mujeres cabeza de familias monoparentales contrasta con la del ex cónyuge, que en un 74% es trabajador a tiempo completo. Mientras que el 88% de los hombres está empleados a tiempo completo y el 12% a tiempo parcial, en el caso de las mujeres la diferencia se amplía significativamente, siendo la jornada completa para el 71% de ellas y la parcial para el 29%.
Conciliación familiar y laboral
Compaginar la vida familiar y laboral está en manos de los abuelos, quienes atienden a sus nietos cuando los progenitores trabajan en un 63% de los casos. El ex cónyuge y otros familiares se hacen cargo de los hijos para que la madre pueda trabajar en un 23% y 18,5% respectivamente. En otro 13,5% de los casos se quedan solos en casa, una cifra significativa.
La edad media de los hijos que permanecen solos sin la vigilancia de un adulto, asciende a 14,7 años. En conjunto, el 65% de los hijos que se quedan solos en casa son menores de edad. Las opciones que implican un desembolso económico para las familias son las menos escogidas. Solo un 4,3% contrata a una persona para el cuidado, o el 3,4% que elige la guardería o ludoteca como opción.
La custodia de los hijos la tiene la madre en un 74% de las familias, es compartida en un 19% de los casos y del padre en un 5,5%. El 62,5% de los entrevistados no percibe ningún tipo de ayuda o pensión por parte del ex cónyuge, frente al 36,9% que sí ingresa aportación económica. Los principales motivos por los que no el ex cónyuge no aporta pensión son por no querer pasarla -lo que le ocurre al 37,6%-, por compartir los gastos ambos progenitores -un 29,5%- y por carecer de recursos -el 11,5%-.
Un 33% de las familias monoparentales no recibe ningún otro tipo de ayuda económica, el 38,5% recibe ayudas públicas, el 33,5% de abuelos, el 8,3% de otros familiares y el 8% de la nueva pareja o relación. Entre las ayudas públicas, destacan las familiares y por hijos, la prestación por desempleo, pensiones de viudedad o incapacidad y la prestación canaria de inserción (PCI).
El estudio fue presentado en el Coworking Bee Las Palmas.