MUJER PANTALLA

Se pasaba el día delante del ordenador, era su obsesión.

Vivía pendiente de las redes sociales, del correo electrónico, de los chats…

Su piel, poco a poco fue perdiendo color y sus ojos cada día se acercaban más

y más a las diferentes pantallas a las que vivía encadenada.

Poco a poco fue olvidando el color y el olor real del mar.

Poco a poco dejó de mirar a los ojos a los demás.

Poco a poco fue olvidando a las personas que había a su alrededor.

Poco a poco fue adentrándose en su mundo virtual.

Ayer cuando fui a buscarla, encontré la silla vacía, y en la pantalla encendida pude ver su espalda.

María Luisa Ortega Leonardo