La mejor inversión, una mentalidad emprendedora

En nuestra sociedad, a pesar de la importancia que se les da a una buena formación y a la educación académica, no se valora, e incluso en ocasiones se demoniza, todo lo que rodea a las inversiones y los negocios. Nos educan para ser empleados, esclavos de otras personas y al final, víctimas de las circunstancias, de la crisis, de los banqueros, de los políticos y de nuestros jefes.

Con esto no quiero decir que trabajar para otros tenga algo malo ya que es una manera de iniciarse en una actividad profesional, adquirir experiencia y generar ingresos. El problema radica en que nos han educado para que esa sea la única manera, centrando todos los esfuerzos e hipotecando nuestra vida en esa única fuente de ingresos. Así, alienados por el miedo de perder una “falsa seguridad”, nosotros mismos nos ponemos en manos de nuestros verdugos, haciendo que seamos incapaces de tomar decisiones, aprendiendo sólo a acatar y obedecer y anulando esas grandes dotes creativas que todos poseemos desde la infancia.

Al no poner nuestra cabeza a funcionar en toda su capacidad, sumado a la falta de información sobre dinero, inversión y negocios, no caemos en la cuenta de que la mentalidad empresarial puede sernos muy útil, incluso como trabajadores por cuenta ajena, ya que si como tales, hacemos ganar más dinero a nuestros jefes, éstos no prescindirán de nosotros, e incluso puede ser que nos incentiven o promocionen de alguna manera. Incluso podremos negociar ese aumento de sueldo que queremos, siempre que sea acorde a las ganancias generadas por nuestro trabajo. Se trata de pensar en nuestro jefe como si fuera un cliente, ayudándole a resolver sus necesidades.

Si nos reducimos a una única fuente de ingresos, estamos colocando todas las manzanas en la misma cesta y, si la cesta se rompe, con ella se cae toda nuestra vida ¿Por qué no desarrollar la inteligencia financiera? Se puede ser empleado y tener mentalidad empresarial, haciendo ganar más dinero a la empresa en la que trabajamos, buscando además otras alternativas y nuevas fuentes de ingresos para nosotros, sin que esto signifique doblar turnos ni trabajar más horas. Por tanto, algunas estrategias a desarrollar serían: mejorar la productividad y formarnos para saber en qué invertir nuestro dinero y cómo generar más fuentes de ingresos pasivos.

Otra consideración es que no nos importa gastarnos auténticos dinerales en cosas superfluas; pero, cuando nos hablan de invertir, reaccionamos como si nos pidieran que tirásemos el dinero por el retrete, cuando ya lo estamos haciendo,al gastarnos el dinero en cosas innecesarias que no producen nada, incluso en muchos casos generando pérdidas como puede ser el caso de un coche, que desde que sale del concesionario pierde valor. No sólo es pagar el precio del coche, sino el dinero que tenemos que desembolsar continuamente en su mantenimiento.

En esta época de crisis nos planteamos todo desde la perspectiva del ahorro. Y sí, tampoco está mal, pero si simplemente nos limitamos a ahorrar, mantenemos el dinero paralizado y esto sólo empeorará la situación general (macroeconomía), ya que la economía de una región o de un país, se fortalece gracias al aumento de transacciones. Debemos apostar por el gasto inteligente, esto es, en cosas que van a hacer que produzcamos más dinero, dentro de las posibilidades de cada uno, que a su vez irán aumentando si comenzamos a gestionar bien nuestro patrimonio.

Como dice Robert Kiyosaki, cuando queramos hacer una nueva adquisición no debemos privarnos de ella, sino acostumbrarnos a poner nuestra cabeza a pensar en cómo crear una nueva fuente de ingresos que financie ese gasto, evitando así tener que recurrir al crédito. Este es un ejercicio que nos ayudará a aumentar nuestra capacidad creativa para generar más ingresos.

Es cierto y justo decir que los créditos no siempre son negativos, siempre y cuando sirvan para adquirir algo que va a producir más dinero, con el cual podemos pagar ese crédito y aumentar nuestras ganancias. También es importante comenzar a invertir en formación que nos capacite para saber manejar el dinero y crear más fuentes de ingresos, que a ser posible sean de ingresos pasivos y que impliquen una entrada de dinero que llega cada mes sin que tengamos que hacer nada (como el caso del alquiler de una vivienda, local o plaza de garaje, una cuenta que produzca altos intereses, o cualquier cosa que nos produzca una renta mensual).

Hasta ahora sólo pensábamos en obtener títulos que nos permitieran acceder a otro empleo único. Apostemos más por la capacitación que por los títulos, que por supuesto nunca sobran, pero enfocándonos en el objetivo principal de formarnos para ser capaces de generar más ingresos de forma autónoma y, a ser posible, sin que suponga trabajar más horas.

Formarnos también en desarrollar nuestras habilidades de venta es fundamental, ya que tenemos que saber vendernos ante posibles clientes o empleadores. La venta es algo que siempre ha sido desechado, porque se ve como una mala práctica en la que se trata de engañar al comprador. Hay que entender la venta como una forma de asesoría y de ayuda para tomar decisiones, en vez de acosar o perseguir, y mucho menos engañar, rompiendo con los mitos que hay acerca de esta habilidad.

Invertir en nuestro desarrollo personal resulta fundamental, ya que será el que nos mantenga con las fuerzas y la actitud para seguir adelante contra viento y marea, pues no todo va a salir siempre como esperamos, siendo necesaria la tolerancia a la frustración para centrarnos en buscar soluciones y no seguir regodeándonos en los problemas.

En resumen, debemos ser responsables y consecuentes con nuestra situación económica y no quedarnos de brazos cruzados esperando a que otros vengan a resolver la situación ni nuestros problemas laborales, porque, al final, los que pagaremos el pato o disfrutaremos de los resultados, somos nosotros mismos. Inviertan en ustedes mismos, desarrollen todas las habilidades de utilidad que puedan y cómanse el mundo. Hacer un mundo mejor entre todos es posible.

Ana Zabaleta

Miembro de Charter100 Gran Canaria

www.coachdelaempresaria.com